Cuida tu lenguaje corporal
Todo lo que has leído en este artículo puede no servir de nada si tu cuerpo no dice lo mismo que tus palabras.
Cuando tienes una conversación con alguien y su lenguaje no verbal indica desconfianza e inseguridad tu cerebro recibe dos informaciones contradictorias. Eso genera malestar y la sensación de no fiarte del todo de tu interlocutor.
Para evitar que esto te ocurra a ti ten presente lo siguiente:
⦁ Establece contacto visual durante el 30-60% de la conversación, especialmente cuando escuches. No es necesario que lo hagas todo el reato (nuestros ojos se mueven mientras pensamos o recordamos experiencias) pero tampoco lo evites.
⦁ No te situes totalmente de frente con tu interlocutor. Posiciónate con un cierto ángulo. Lo contrario puede generar cierta incomodidad.
⦁ Utiliza una postura abierta. Aunque es lógico que de vez en cuando cruces brazos o piernas para aliviarte internamente, no permanezcas en esa posición durante toda la conversación.
⦁ Asiente de vez en cuando mientras tu interlocutor está hablando para motivarlo a seguir haciéndolo.
Empieza practicando una sola técnica durante una semana antes de pasar a la siguiente. Lo ideal es que lo hagas con gente con la que no existan consecuencias independientemente de si lo haces bien o mal, como compañeros de trabajo, taxistas o camareros.
Finalmente recuerda que no tienes porqué mantener viva la conversación a cualquier coste. Tu responsabilidad es intentarlo, pero habrá ocasiones en que la otra persona sencillamente no tendrá ganas de hablar con nadie, no encontraréis ningún punto en común, o será un conversador terrible.
Algunos signos de que se siente incómodo y no está dispuesto a conectar emocionalmente son los siguientes.
⦁ Sólo responde con monosílabos.
⦁ No es nada concreto, siempre dice “más o menos” o “no lo sé” cuando le preguntas algo.
⦁ Su lenguaje corporal es cerrado y mira constantemente hacia otros sitios.
⦁ Sus pies apuntan todo el rato hacia otro lugar (como la salida).
En ese caso no fuerces la conversación. Probablemente hoy no sea el día adecuado para hablar con esa persona.
Cuanto más practiques estas técnicas más fácil te resultará mantener vivas tus conversaciones. Si eres perseverante te aseguro que con el tiempo tu problema no será descubrir cómo continuar conversaciones, sino aprender a terminarlas.
Información tomada de habilidad social